Un Perú con Oportunidades Para Todos: La Importancia de Consolidar el Crecimiento Económico del Perú

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Un Perú con Oportunidades Para Todos: La Importancia de Consolidar el Crecimiento Económico del Perú¿Por qué es importante consolidar el crecimiento económico?

Un Perú con oportunidades para todos. Imaginemos un Perú donde el futuro de un bebé recién nacido no dependa de la riqueza de su familia, ni de cuánto ganan sus padres, ni del color de su piel, ni de si es niño o niña, ni del lugar en el que nació.

Imaginemos que las circunstancias en las que nazca y se críe ese bebé, aquellas sobre las que no tiene control ni responsabilidad, son irrelevantes para las oportunidades de desarrollo que disfrutará a lo largo de su vida. Esta imagen de un Perú con oportunidades para todos es la que alimenta y motiva el presente análisis del Banco Mundial.

Pero ¿cómo hacer realidad esa imagen de un Perú con oportunidades para todos? El propósito de estas páginas es reflexionar sobre cuáles son los principales desafíos que el Perú afronta para acercarse a esa visión de un país con un desarrollo más incluyente, en el que todos los peruanos tengan acceso a las oportunidades básicas para crecer y desarrollarse.

El crecimiento económico sostenido es clave para hacer realidad esa visión de un Perú con oportunidades para todos. El crecimiento económico no es un fin en sí mismo. Sin embargo, tal crecimiento permite alcanzar otros objetivos importantes para las personas y las sociedades como, por ejemplo, la reducción de la pobreza, el empleo productivo, la educación, la salud y las oportunidades para ser creativos. Sin crecimiento económico, alcanzar plenamente esos objetivos es muy complicado. Por ejemplo, si la renta es baja resulta imposible reducir la pobreza solo con medidas redistributivas. La experiencia internacional demuestra que la abrumadora mayoría de episodios en los que se ha registrado una alta reducción de la pobreza se ven acompañados de elevadas tasas de crecimiento (Kraay 2006).

De hecho, no hay ningún país que haya conseguido reducir la pobreza de manera significativa con un bajo crecimiento económico. En resumen, el crecimiento económico resulta en la práctica una condición necesaria, aunque no suficiente, para lograr un desarrollo que amplíe las oportunidades de todos los ciudadanos.

 

Pero no basta solo el crecimiento económico para llegar a un desarrollo incluyente; también hay que fomentar explícitamente las oportunidades para todos. Como señala un reporte sobre crecimiento y reducción de la pobreza en América Latina (Banco Mundial 2006a), la pobreza en sí tal vez sea parte de la razón por la que un país muestra un bajo desempeño en su crecimiento. La pobreza puede crear un círculo vicioso: un crecimiento bajo genera altos niveles de pobreza y estos niveles de pobreza, a su vez, hacen que el crecimiento económico sea bajo. Los mecanismos que pueden producir esos círculos viciosos son numerosos, y entre ellos destacan los relacionados con la falta de acceso a la salud, a una educación de calidad y a infraestructura básica, y también las malas políticas públicas.

Estas brechas determinan una menor productividad de los trabajadores, así como menores retornos del capital humano, lo cual soslaya el incentivo a generar ese capital humano en primer lugar.

(1) Preparado por Óscar Calvo-González, Javier Illescas, Diana Ortiz, Carlos Silva-Jáuregui y Emmy Yokoyama.

Lejos de ser incompatibles, el crecimiento económico sostenido y las mayores oportunidades para todos se refuerzan entre sí. Así como pueden existir círculos viciosos entre pobreza y bajo crecimiento, hay mecanismos que pueden convertirse en círculos virtuosos en los que el crecimiento económico y la reducción de la pobreza se refuerzan. El repaso de las experiencias en América Latina apunta a que las políticas dirigidas a obtener un mayor acceso a la educación y la salud, una mejor infraestructura física, un mejor entorno para el desarrollo del sector privado, apertura comercial, liberalización de mercados, etc., han tenido efectos positivos directos tanto sobre el crecimiento económico como sobre la disminución de la desigualdad y la reducción de la pobreza, lo que abona la idea de que en general no hay conflicto entre crecimiento económico y mejora de las oportunidades para todos.

Es cierto que algunas medidas como la apertura comercial han tenido efectos positivos sobre el crecimiento, pero también han aumentado la desigualdad y hasta la pobreza en el corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, las políticas favorables al crecimiento tienden a reducir la pobreza de ingresos (Banco Mundial 2006a: cap. 5). Por tanto, hay que resaltar que el crecimiento económico sostenido seguirá jugando un papel importante para conseguir un desarrollo incluyente.

El crecimiento elevado es posible, como ha mostrado el Perú en los últimos años.
Pese a la crisis económica global de 2009, el Perú ha logrado crecer en el último lustro a una media del 7% y generar suficientes empleos en el sector formal para absorber las tendencias demográficas y reducir un poco la informalidad. A ese ritmo de expansión, una economía casi duplica su tamaño en una década. Entender las claves de este éxito reciente, que contrasta con épocas anteriores en la historia económica del Perú de los últimos cincuenta años, es un ejercicio útil para tener una idea clara de las bases y limitantes de un crecimiento sostenido en el futuro.

En la última década, el Perú ha experimentado un avance sin precedentes en la reducción de la pobreza, y por primera vez en años se ha visto una modesta reducción de la desigualdad (2). El Perú es uno de los países con mejor desempeño en la región en lo que se refiere al incremento del bienestar. La estabilidad macroeconómica y los niveles récord de crecimiento sostenido han proporcionado las condiciones para mejorar las oportunidades de ingreso para los peruanos. Estas oportunidades han beneficiado más que proporcionalmente a los pobres, sobre todo en años recientes. Al mismo tiempo, las políticas públicas y sociales también han contribuido a este éxito, pese a los bajos niveles del gasto social.


(2) Véase un análisis más a fondo en la nota de política sobre reducción de la pobreza del volumen II de este estudio.

A pesar de los avances, el Perú sigue atrás de otros países de la región en cuanto a niveles de pobreza y de desigualdad y ocupa un lugar bajo en la provisión de oportunidades básicas. El Perú ha logrado muy buenos avances en la última década en la reducción de la pobreza así como en otros indicadores sociales, pero los niveles de estos indicadores siguen bajos para el nivel de ingreso del país. Además, siguen existiendo grandes desigualdades rural-urbanas, a la vez que un alto porcentaje de la población es vulnerable a caer en la pobreza. Para sostener los logros recientes, el Perú necesita diseñar políticas nuevas, mejorar las existentes y ampliar las políticas exitosas que reducen la desigualdad regional, facilitan una mayor ampliación de las oportunidades, mejoran la gestión de riesgo de las poblaciones vulnerables y estimulan el crecimiento a corto y a largo plazo.

 

El Perú se enfrenta al reto de sostener su elevado crecimiento económico durante un largo período de tiempo. Sin duda, este es un desafío exigente pero alcanzable. De hecho, desde 1950 ha habido trece economías que han conseguido crecer anualmente a una tasa media del 7% o más durante por lo menos veinticinco años. En un informe reciente, la Comisión para el Crecimiento y el Desarrollo, auspiciada por el Banco Mundial, señala algunas de las características distintivas de las economías de crecimiento elevado. La Comisión concluye que hay una serie de características comunes en los países que han logrado crecer a tasas altas a lo largo de muchos años.

Estas conclusiones constituyen un aporte valioso para identificar los desafíos a los que se enfrenta el Perú, aunque hay que ser muy conscientes de que no solo no existe una receta única para conseguir un crecimiento económico elevado, sino que también hay casos de países que aplican similares políticas y que no han obtenido tan buenos resultados. El conocimiento sobre los factores que contribuyen a un crecimiento económico elevado es ciertamente limitado, aunque hay elementos en los que hay un acuerdo más o menos generalizado.

 

Para hacer realidad un Perú con altas tasas de crecimiento económico sostenido y mayores oportunidades destacan, además de mantener una política macroeconómica prudente, tres objetivos por conseguir: (i) un Estado más efectivo, (ii) un capital humano más desarrollado, y (iii) una mejor infraestructura física. Ciertamente los desafíos a los que se enfrenta el Perú son numerosos. Sin embargo, el análisis de la experiencia peruana en los últimos años, así como de la experiencia internacional, nos sugieren que hay tres grandes retos para el Perú, relacionados uno con el desempeño del sector público, otro con el nivel de capital humano y otro más con la infraestructura física.

Mantener la estabilidad macroeconómica seguirá siendo una condición necesaria para el desarrollo del Perú. La estabilidad macroeconómica y las políticas macroeconómicas prudentes han sido esenciales para el desarrollo del Perú en los últimos veinte años. Esta estabilización fue indispensable y quizá suficiente para conseguir un alto crecimiento en los años noventa y en los primeros años de la década de 2000. En un futuro próximo se requerirá además profundizar las reformas microeconómicas que permitan una mejora de la competitividad y, en consecuencia, del nivel de vida de los peruanos.

Eso sí, el hecho de que en un futuro próximo la estabilidad macroeconómica no sea condición suficiente por sí sola para alcanzar un desarrollo con alto crecimiento no quiere decir que deje de ser una condición necesaria para el desarrollo. En otros términos, si bien la agenda de mejoras es amplia –ya que Perú necesita todavía incrementar más sus niveles de ahorro e inversión pública, tener una mayor inserción en el comercio internacional, mejorar los resultados en las pruebas de aptitud (PISA), reducir la malnutrición, elevar la oferta de infraestructura pública, mejorar la calidad de los bienes y servicios públicos, etc.–, la estabilidad macroeconómica y las políticas macroeconómicas prudentes deberán seguir siendo pilares fundamentales y necesarios para que el Perú logre alcanzar sus metas de desarrollo con alto crecimiento sostenido, reducción de la pobreza y mayor inclusión.

 

El alto crecimiento económico que viene experimentando el Perú brinda una oportunidad única para sentar las bases del desarrollo futuro. El crecimiento económico reciente le permite al Perú hacer frente a las brechas en infraestructura y en capital humano. Sin embargo, el resultado final de las inversiones en tales rubros dependerá inevitablemente de la calidad de aquellas. Al respecto, resulta crítico seguir fortaleciendo a las instituciones que aseguren la calidad de las inversiones y del gasto público. Y hay que proceder con cautela, pues la experiencia histórica en América Latina alerta de los peligros de malgastar recursos en períodos de bonanza.

El crecimiento económico reciente ha sido potenciado por la elevación de los precios de las materias primas, pero hay que tener en cuenta que estos recursos son temporales y se requiere que sean ahorrados en parte y usados de manera gradual y efectiva. En cualquier caso, con independencia de la temporalidad de los ingresos, la necesidad de asegurar la calidad del gasto es un tema clave en la agenda de políticas públicas del Perú.

La bonanza actual le ha permitido al país invertir a niveles altos a pesar de no tener tasas de ahorro equiparables. Los resultados que lleven al Perú hacia un desarrollo mayor dependerán de cómo respondan las políticas públicas y el sector privado ante esta oportunidad.

Fuente
Libro "Perú en el umbral de una nueva era"

Lecciones y desafíos para consolidar el crecimiento económico y un desarrollo más incluyente
Banco Mundial


Actualizado ( Sábado, 09 de Abril de 2011 14:32 )  

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