El Perú que Todos Queremos «Cómo Alcanzar la Prosperidad» - Luis Carranza, Ex Ministro de Economía del Perú

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El Perú que Todos Queremos  «Cómo Alcanzar la Prosperidad» - Luis Carranza, Ex Ministro de Economía del PerúDesde el inicio de nuestra vida como nación independiente hemos tenido el sueño de alcanzar la prosperidad. Después de casi doscientos años de probar distintas recetas, la realidad nos indica que esta búsqueda ha sido infructuosa.

La prosperidad es un concepto inclusivo. Implica la existencia no solo de buenas condiciones económicas, sino también de buenas condiciones sociales. Todos en el país estamos de acuerdo en lograr la prosperidad, ¿pero cómo alcanzarla? Ahí aparecen las grandes diferencias.

En la última década hemos crecido más que en cualquier otra y hemos estado entre las diez economías de mayor crecimiento del mundo. Eso es alentador. Pero si vemos los últimos sesenta años el panorama es desolador. Si tomamos como indicador el total de la producción nacional dividido entre todos los habitantes, el nivel de 1975 recién se recuperó en el 2005. Es decir ¡perdimos treinta años! ¿La razón? Malas políticas económicas implementadas en el gobierno militar de Velasco.

Pero hay otras economías que no perdieron el tiempo. En 1950 el Perú era tres veces más grande que Corea, pero ahora Corea es cuatro veces más grande que nosotros. Si desde 1970 hubiésemos crecido a la misma tasa que tuvimos en la última década, hoy seríamos una economía similar a la coreana.

¿Cuáles fueron los principios de política adoptados por los países que salieron de la pobreza como Corea?

Hay dos principios fundamentales.

Primero, el largo plazo. Estas economías tenían una visión de futuro. Entendían que todo es un proceso y fueron consistentes a lo largo del tiempo, desarrollándose en base a sus fortalezas. Es importante entender que en el proceso de desarrollo hay ciertas etapas y relaciones entre las variables económicas y eso no se puede alterar por decreto.

Segundo, pragmatismo. Las decisiones de políticas no se basaban en temas ideológicos. Se buscaba que las cosas funcionaran. ¿Cuál es la discusión principal en esta segunda vuelta? Si cambiamos o no la Constitución. El crecimiento promedio real del Perú bajo la Constitución del 79 fue 0,5% y bajo la Constitución del 93 fue 5,4%. ¿Vale la pena discutir el cambio?

Hay que recordar que las personas interactúan para lograr ciertos resultados y que cada una de estas personas tiene ciertos incentivos. Por tanto, las políticas públicas deben resolver problemas y lograr resultados, tomando en cuenta que las personas cambian su comportamiento en función de las mismas políticas. Aquí no hay campo para la ideología. En base a estos principios, ¿qué se puede contrastar de los planes de gobierno?

CONFUSIÓN ENTRE POLÍTICA ECONÓMICA Y POLÍTICA SOCIAL

A raíz del resultado electoral los dos candidatos afirman que el modelo actual no sirve y que hay que cambiarlo. La conclusión es equivocada y corremos el riesgo de confundir los instrumentos de política.

La política económica debe servir para que un país crezca y la política social tiene que servir para igualar las oportunidades de todos y generar una protección social adecuada a los más necesitados. Cuando usamos la política económica con fines sociales, entonces se termina afectando el crecimiento y el grupo que pretendíamos ayudar termina más perjudicado.

Pensión 65 es un clarísimo ejemplo de cómo se confunde política económica con política social. En un país con la informalidad laboral y una cobertura de pensiones que no llega al 20%, Pensión 65 representa el colapso de todo el sistema nacional de pensiones. Más allá del costo hoy en día, el incentivo de la gente a no ahorrar con fines previsionales llevará a una bola de nieve que en algún momento terminará generando enormes forados fiscales y, por tanto, inflación. Adicionalmente, si se regresa a un sistema público se dará un trasvase de recursos del ahorro privado al gasto público cuyo resultado será menor crecimiento.

ESTABILIDAD MACROECONÓMICA

Erróneamente, también se da por sentado que la estabilidad macroeconómica está garantizada. Por un lado, se plantea, además de Pensión 65, contrataciones, aumentos salariales, subsidios, programas sociales, gasto en infraestructura, entre otros. ¿De dónde saldrá este financiamiento? La respuesta llega fácil: se cobrarán mayores impuestos, entre ellos el de las sobreganancias mineras. ¿Es razonable proponer financiar gastos permanentes con impuestos temporales?

Más aun, en el plan del candidato Humala se incluye una serie de medidas que destruyen el incentivo para la inversión privada, con lo cual la ruta a la inflación y al colapso se acelera. Nacionalizaciones, más empresas públicas, una gran cantidad de aumentos de impuestos (aumento del Impuesto Predial, impuesto a la herencia, aumento de la tasa impositiva de los dividendos), cambios en las reglas de juego, eliminación de la depreciación acelerada, entre otras medidas, lo único que harán será ahuyentar la inversión, alentar las prácticas especulativas y promover la fuga del capital. Aquí, vale la pena darle una mirada a Venezuela. En el 2010 el crecimiento estimado de Venezuela fue de -1,9%, mientras que la inflación fue de 27,2%. Por otro lado, nosotros crecimos 8,8% y la inflación fue de 1,5%.

CONTROLES DE PRECIOS

Otro tema que sienta muy bien en la campaña es el referido al control de precios. De la irresponsable oferta implícita de controlar precios de los alimentos del candidato Toledo en la primera vuelta, pasamos ahora a una oferta explícita de colocar el precio del balón de gas en S/.12. ¿Cuánto cuesta este subsidio? ¿Qué pasará con el contrabando y la especulación?

No hay nada más irresponsable que controlar precios. Destruye los mecanismos de información que llevan a mejorar la competencia en un mercado, genera importantes forados fiscales por los subsidios que se necesitan implementar y, lo peor, produce el desabastecimiento del producto controlado. ¿Se han dado una vuelta por los supermercados argentinos?

MERCADO INTERNO

El plan de gobierno del candidato Humala tiene como objetivo desarrollar el mercado interno. Eso es bueno. Lo malo son los instrumentos que se escogen: cerrar la economía con barreras arancelarias o paraarancelarias. Garantizar un mercado interno para nuestros productos es una historia conocida con resultados nefastos. Afecta a millones de consumidores y generan un sesgo antiexportador.

El crecimiento del mercado interno es el resultado de la consolidación de una clase media, que añade dinamismo al crecimiento y lo propaga a todos los sectores de la economía. El problema es cómo se logra esta consolidación de la clase media. Aumentos salariales excesivos que se otorgan por decreto o por la fuerza de un sindicato y que no van a la par con la productividad o con la existencia de amplio subempleo no generan clase media. Genera un grupo privilegiado. La inversión se frena y el empleo deja de crecer. Las políticas populistas destruyen las clases medias. ¿Recuerdan cómo quedó la clase media peruana con las políticas de Velasco?

REGULACIÓN Y COMPETENCIA

Un tema positivo del programa del candidato Humala es el fortalecimiento de la capacidad de regulación del Estado. No hay nada que dañe más al crecimiento de largo plazo que la existencia de monopolios o la baja competencia en un mercado, no solo porque los consumidores se ven obligados a pagar en exceso por un bien o servicio, sino porque se destruyen los incentivos a innovar e invertir.

Empresas que se coluden para evitar la competencia deben ser seriamente castigadas y multadas. Pero el utilizar los mecanismos de regulación para espantar a inversionistas extranjeros o para crear barreras artificiales de ingreso a los mercados nos lleva de nuevo a la falta de competencia en los mercados. La regulación es como la medicina: es buena en la dosis adecuada. En dosis excesiva nos puede matar.

INFORMALIDAD Y EMPLEO

Interesante la propuesta de la candidata Fujimori en cuanto a formalización y empoderamiento de los pobres. Está en línea con los temas de simplificación administrativa que se deben profundizar. Adicionalmente, propone programas de compras estatales a las mypes formalizadas y programas de acceso a crédito con subsidios transparentes que mitigan las fallas de mercado. Son buenos instrumentos para avanzar en la formalización.

Preocupa, sin embargo, esta competencia por subir el sueldo mínimo. La informalidad es el resultado de tener baja productividad, sueldo mínimo y altos sobrecostos laborales. ¿Los candidatos saben que hay más de 2,5 millones de microempresas que tienen más de 7,5 millones de trabajadores de los cuales el 70% son no asalariados?

DEMOCRACIA Y CIUDADANÍA

La democracia en sí misma no garantiza el crecimiento, pero es la mejor forma de gobierno para asegurar el bienestar común y la lucha contra la corrupción. Los populismos modernos corrompen a la democracia y hay que estar vigilantes. Como ciudadanos tendremos que escoger por la alternativa que consideremos que respetará los principios democráticos y nos llevará por la ruta de la prosperidad.

La prosperidad demanda un compromiso individual. Para evitar que nuestro país siga por doscientos años más dando tumbos entre la mediocridad y la desigualdad, todos debemos entender que el Perú no es de un puñado de empresarios rentistas o de un grupo de antimineros. Es el país que tenemos que construir con políticas económicas de largo plazo, acortando las brechas e igualando las oportunidades. Solo así podremos alcanzar el Perú que todos queremos.

 

Fuente: Diario el Comercio

El Perú que todos queremos
Por: Luis Carranza - Economista, Ex-Ministro de Economía del Perú
Sábado 14 de Mayo del 2011


Actualizado ( Martes, 17 de Mayo de 2011 11:55 )  

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